miércoles, 14 de julio de 2010

la manzana y la muerte

Ésta es la manzana envenenada, la de Blancanieves, la tentación, la del paraíso... ¡La manzana y la mueeeeerte!

miércoles, 7 de julio de 2010

cementerios, turistas, parís y susan sontag



Parece ser que lo del descanso de los muertos es cada vez más difícil, sobre todo porque en aras del turismo se quiere vender hasta el aire: tours, visitas guiadas y comentadas, conciertos... a ver quién da más. Tal y como asegura el arquitecto Rafael Moneo en la entrevista de este fin de semana en el ABC Cultural: "el mayor lujo que puede tener cualquier ciudad es no recibir turistas". Está claro, el problema es que todos lo somos en mayor o menor medida y debo reconocer que yo también he caído en la visita a cementerios en las escasas escapadas que me he podido permitir. Muertos ilustres, naturaleza decadente, enclaves aislados más o menos terroríficos o en el mismísimo centro de la ciudad, cualquier excusa es buena.
Ha habido de todo. Encantador y solitario el cementerio de los ingleses de Lisboa. Sin horario, estaba cerrado cuando llegamos y, por si acaso, llamé al portón, apareciendo al rato una viejecita que nos hizo pasar y nos preguntó de dónde éramos: "Aquí no hay ningún español. Pero anda, pasad", y nos dejó solos. Como curiosidad me acabo de enterar que la han hecho miembro de la Orden del Imperio británico. No doy crédito...
En Londres el cementerio estaba en un barrio a las afueras y fue una visita acojonante de verdad. Creí que de allí no salía vivía, lo juro. Era un sitio de paso de una parte del barrio a la otra y los personajes con los que te cruzabas eran de infarto. Asustan más los vivos que los muertos.
Y en París toda una historia. Visité una exposición de Annie Leibovitz -A Photographer's Life 1990-2005- en La Maison Européenne de la Photographie. Me gustaron sobre todo sus fotos íntimas, el álbum más personal que convivía en las paredes de las salas junto a sus trabajos más conocidos. Fotos de familia, de los veraneos, y las más sorprendentes para mí: las fotos de intimidad junto a Susan Sontag.




Yo desconocía la relación que existía entre ambas y me sorprendió la naturalidad con que mostraban su convivencia siendo dos personajes tan conocidos. Fotografías de la escritora tirada en el sofá, de su mesa de trabajo, su colección de conchas, y algunas fotos increíblemente duras sobre la enfermedad de la escritora, su transformación física y las secuelas que dejó en su cuerpo.


Instantáneas en la habitación del hospital que muestran el lado más desagradable y escatológico de cualquier enfermedad, en este caso el cáncer. Unas imágenes de sufrimiento y decrepitud que cualquier otro intelectual de su altura, alguien "especial" como ella misma se consideraba, no hubiese aceptado mostrar. Susan Sontag fue una mujer muy atractiva, fotogénica y aparece también bellísima con el pelo corto y canoso después de la quimio. Quise comprar el catálogo pero era demasiado grande y pesado para mi equipaje de vuelta.
Al día siguiente visité el barrio de Montparnasse, y su cementerio, una gran manzana verde situada como corazón del barrio. Al entrar te dan un mapa de ubicación señalando las tumbas más famosas: Baudelaire, Simone de Beauvoir, Samuel Beckett, Julio Cortázar, Marguerite Duras, Man Ray, Guy de Maupassant, Sartre... A veces verdaderamente difícil encontrarlas, hasta el punto que recuerdo un tipo que se acercó en una de mis búsquedas, creo que era la de Cortázar, y me la indicó sin problemas -¡un operario que te ayuda a encontrar las tumbas! ¡Alucinante!-. En el paseo, y para mi sorpresa, encontré una inesperada y que no se incluía en el mapa de los ilustres allí enterrados: la de Susan Sontag. No sabía tampoco que estuviese enterrada en París y fue como una especie de cierre de ciclo.

Haber visto sus fotos de vida cotidiana, enfermedad, el traslado en avión gravemente enferma, y por último encontrar el trocito de tierra donde ahora descansa. Muchas cosas sobre alguien de la que apenas sabía nada. De vuelta a Sevilla Sergio RMRQ me prestó Ante el dolor de los demás y descubrí a una ensayista apasionante.
Su hijo, David Reiff, cuenta la tensa relación de Sontag con la enfermedad y la muerte en el libro Swimming in a sea of death, en español Un mar de muerte, y Muñoz Molina escribe una crónica preciosa. Reiff narra la resistencia feroz de la escritora a morir y cómo se enfrentó aun pasando verdaderos calvarios a los envites del cáncer y finalmente de la leucemia. El último encuentro íntimo con su madre lo cuenta así: "En cuanto murió pedí a las demás personas de la habitación que salieran. Y miré de verdad. Para ser francos, le quité la blusa. Y no era más que una llaga desde el interior de su boca hasta los dedos de los pies. Así que el sufrimiento fue extraordinario. Sin embargo, la muerte, en sí, fue comparativamente fácil en el sentido de que parecía no sufrir dolores". Una última imagen de alguien genial que le dijo a su hijo antes de morir: "Esta vez, por primera vez en mi vida, no me siento especial".

P.D.: El libro es la ampliación de un artículo que su hijo publicó en el New York Times Magazine en el año 2005 y que también se puede leer aquí.

viernes, 2 de julio de 2010

afganistán: guerra y muerte

En relación a la entrada anterior dejo un enlace fotográfico de la sección Big pictures del Boston.com bastante clarificador de cómo van las cosas por Afganistán. Algunas imágenes ponen los pelos de punta. Poco más que añadir. Bueno sí, recomendar la lectura del magnífico ensayo de Susan Sontag Ante el dolor de los demás.
Esta mañana, siguiendo con el tema, me decidí a leer la famosa entrevista al general McChrystal publicada en la revista Rolling Stone. Ni la peor peli americana con todos los tópicos esperables sobre el mundo militar fanatizado supera lo real. Lo más alucinante y no menos esperado por otra parte, es que la improvisación política y táctica, o ambas contaminadas, es total.

P.D.: Si alguien tiene curiosidad que lea los comentarios a las fotografías. Hay de todo, con sorpresas y discursos de ciudadanos americanos que siguen creyendo en su país como todopoderoso salvador de los caídos y frases arengadoras del tipo: "The LORD is a man of war. The LORD is his name". Exodus 15:3.
En fin, eso es lo malo, siempre hay quien encuentra justificaciones. Por cierto, y siguiendo con las frases "tipo autoayuda", cómo al más alto cargo de EEUU en Afganistán puede referir una cita de Bruce Lee como base de su trabajo: "No hay límites. Sólo hay obstáculos, y no debes quedarte en ellos, sino atraversarlos". Cuánta mierda...